lunes, 24 de octubre de 2011

3 Silencios y 2 Entradas

Tercer Silencio

[...] El tercer silencio no era fácil reconocerlo. Si pasabas una hora escuchando, quizá empezaras a notarlo en las gruesas paredes de piedra de la vacía taberna y en el metal, gris y mate, de la espada que colgaba detrás de la barra. Estaba en la débil luz dela vela que alumbraba una habitación del piso de arriba con sombras danzarinas. Estaba en el desorden de unas hojas arrugadas que se habían quedado encima del escritorio. Y estaba en las manos de un hombre allí sentado, ignorando deliberadamente las hojas que había escrito y que había tirado mucho tiempo atrás.

El hombre tenía el pelo rojo como el fuego. Sus ojos eran oscuros y distantes, y se movía con la sutil certeza de quienes saben muchas cosas.

La posada de Roca de Guía era suya, y también era suyo el tercer silencio. Así debía de ser, pues ese era el mayor de los tres silencios, y envolvía a los otros dos. Era profundo y ancho como el final del otoño. Era grande y pesado como una roca alisada por la erosión de las aguas de un río. Era un sonido paciente e impasible como el de las flores cortadas; el silencio de un hombre que espera la muerte.

Aquí termina el primer día de la historia de Kvothe.
Continuará...


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En la mar hay una torre
En la torre una ventana
En la ventana hay una hija
Que a los marineros ama.

Las estrellas del cielo,
Una y una se hacen dos.

Dame tu mano paloma
Para subir a tu nido
Maldicha que duermes sola
vengo a dormir contigo

Si la mar era de leche
Los barquitos de canela
Pescaría las mis dolores
Con palabrillas de amor.


Miharu, a 5 días de morir en los brazos de su amado <3 Jaeeeeeee

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