miércoles, 9 de marzo de 2011

Hanamori no Oka



En el verano, cuando las flores blancas
que colorean la colina estén floreciendo,
me acordaré de estos días
que he pasado contigo.

Aunque es muy triste,
durante ese hermoso momento
yo lo sabía todo
de la alegría de estar vivo.

Para mantener querida la última luz,
hasta que la menguante tierra comience a cantar a la eternidad
con una voz suave.

Como la la flor silenciosa,
que se dispersa sin decir una palabra,
¿hay una fuerza inmediata
en mí?

Por ejemplo, ella es una cosa muy pequeña,
que, en un momento dado
no va a renunciar a su sonrisa
porque posee valor.

Para que yo pueda estar orgullosa de
su memoria dentro de mi corazón,
voy a hablar de la bondad
desde el mar inmarchitable de lágrimas.

[Nunca me dejes llorando sola en la oscuridad.
Estaré allí para encontrarte en el dolor silencioso.
Sólo tú, que estás llorando a solas en la oscuridad,

estaré allí para encontrarte en el dolor silencioso.

Bésame, y créeme en el amor o el dolor.
No, nunca perderé mi amor entero por ti.
Bésame, y encontraremos el camino hacia la luz.

Las luces están aquí...]

La nieve blanca que cubría la colina
se derretirá sobre la tierra;
una y otra vez
los pétalos florecerán.

Mientras mantiene querida la última luz,
cuando la menguante tierra comience a cantar a la tristeza,
con una suave voz
siembra las semillas de la felicidad.
Voy a hablar de la eternidad,
el futuro que tú amabas...

Miharu

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